Desde el momento de la eclosión, las pollitas empiezan a comunicarse mediante una serie de vocalizaciones. A lo largo de su vida, las gallinas pueden emitir más de 30 tipos diferentes de sonidos, cada uno con un significado específico. Estas vocalizaciones les permiten alertar sobre la presencia de depredadores, indicar la ubicación de alimento o expresar su bienestar general.
Además de las vocalizaciones generales, las gallinas pueden desarrollar sonidos específicos para comunicarse con las personas que las cuidan, demostrando su capacidad para reconocer y responder a la presencia humana. Esta interacción directa resalta la adaptabilidad y la conciencia en su comunicación, mostrando que las gallinas pueden establecer relaciones y expresar sus necesidades de manera efectiva.
Prestar atención a estas vocalizaciones es fundamental para comprender mejor el estado emocional y las necesidades de las gallinas, mejorando así la relación entre humanos y animales. Si eres productor, una comunicación adecuada con las aves no solo contribuye a su bienestar, sino que también fomenta un entorno más armonioso y eficiente, beneficiando tanto a los animales como al funcionamiento general de la granja.